Naufragio en el rio Provo

Esta es la segunda vez que hago rafting en el rio Provo, y la segunda vez que me "bautizo" en él, es decir que caigo al agua... pero esta vez no estuve solo, estuve con 4 amigos mas,… ósea ahora somos “ahijados por agua”. La primera vez que caí al rio fue “traición” (lean mi artículo “Raffting en el Rio Provo”), y esta segunda vez, fue mala maniobra… pero ya tenemos al culpable después de un largo análisis y recuento de los hechos.

Haber les cuento... Moisés Fernández un amigo de Perú que vive aquí en Provo, nos animo a un grupo de amigos en común a ir con él al rio Provo para hacer rafting (ósea canotaje), pero iríamos solos, sin hijos, sin esposas ni nadie más “para disfrutar plenamente los rápidos del rio”, y que él ya había hecho la ruta en repetidas ocasiones… Sonó tentador, así que quedamos para el sábado 11 de julio en su casa.

A la hora pactada llegamos todos y en dos carros fuimos rio arriba, dejando un carro en el lugar donde habríamos de llegar. Robinson Vásquez seria el camarógrafo (si, ese amigo del blog “Mi Maestría en USA” que esta publicitada en este blog), ya que había traído su camcorder digital, y se alucinaba un reportero… José Montoya sería el de las maniobras de proa (delantera), Alfredo Palacios a estribor (derecha ) y yo iría a babor (izquierda) trabajando con los remos… y Moisés seria el timonel de popa (atrás) … con nuestras asignaciones dadas, nos “echamos a la mar”.

Rio abajo todo iba bien… nos sentíamos orgullosos de trabajar en “equipo” con los remos, pues todo lo haciamos sincronizado. Llego el primer puente que debíamos atravesarlo y lo hicimos sin problemas después de remar mucho… “Somos unos maestros” nos dijimos, y los demás obstáculos los fuimos pasando sin novedad.

Navegando, nos dimos cuenta que el rio estaba más caudaloso que otros días, pero igual seguíamos confiados en nuestro “talento natural” con los remos… Popeye era un marinero de agua dulce a nuestro lado. Algo que notamos es que entre las ramas de los arbustos al lado del rio, habían muchos botes y colchonetas de aire varados… vestigios de naufragios de días pasados,.. y como estaban abandonados, José (el guía de proa) y Alfredo (el de estribor) recogieron un bote y una colchoneta inflable del agua, ósea ya tenían para el rafting en días futuros dijeron.

Pasamos unos rápidos, sorteamos unas piedras, y sacamos unos troncos del camino. Todo iba siendo registrado por Robinson en su cámara para la posteridad… la estábamos pasando como queriamos. Luego llego otro puente medio complicado, pero trabajando en equipo lo sorteamos bien. Luego de un rato un grupo de muchachos que iban en unos flotadores redondos, salieron del agua y empezaron a cruzar un puente que tendríamos que atravesar momentos después… los vimos a ellos y nos pareció tonto lo que hacían,… nosotros seguíamos adelante, y como ya habíamos pasado dos puentes, este nos pareció uno más.

Este puente tenía 5 pasillos, y eran poco anchos, los dos de la izquierda estaban llenos de maleza y troncos, así que estaba peligroso pasar por allí, quedaban 3 restantes,… después de un rápido análisis, Moisés nos dijo que tendríamos que pasar por el del medio. Como el puente estaba en un recodo y a desnivel, el agua se precipitaba en la boca del puente, y cuando habíamos puesto el bote en posición de pase, el agua nos arrastro e hizo que choque la proa del bote directamente con el pilar del puente (más perfecto no pudo ser), lo cual hizo que el bote se volteara justamente en el puente.

Quede con Moisés debajo de un tronco, y después de un impulso salí del agua quede sentado en el tronco. Moisés salió también y paso por mi costado rio abajo. Robinson, como el Apóstol Pedro salió caminando del agua en un instante, con su maletita de la cámara digital por delante (¿serán sus habilidades naturales por ser descendiente de gente de la selva?... no lo sé, pero allí estaba él revisando su camarita sumergida en agua dentro de la maletita)… José y Alfredo con el bote volteado habían sido arrastrados rio abajo, y después de mucho batallar con el agua lograron orillar el bote.

Al juntarnos otra vez para "evaluar perdidas", empezó a llover,... el colmo!!!... llovió sobre mojado… Todos estábamos con heridas,… yo perdí mis lentes,… José perdió una zapatilla especial para el agua,… Robinson con su cámara mojada,… ósea este fue un naufragio mismo Titanic con sus respectivas pérdidas materiales.

Al volver José tuvo que ponerse una sandalia vieja que encontró a un lado del rio y encima de pie diferente, y Robinson estaba que ensayaba como le iba a decirle a su esposa Anita que su cámara ahora es un submarino comprobado.

Ya en casa, nos tomamos unas fotos del recuerdo mostrando las “heridas de guerra” y nos fuimos a almorzar a un restaurante peruano para desahogar las penas... Como siempre debe haber un culpable, por mayoría de votos culpamos a José, por haber estado en proa y no evitar que choquemos con el pilar del puente, ademas el atrajo la "maldicion de naufragio" recogiendo el bote varado en las malezas.

Ya saben si hacen rafting en el rio Provo, no recojan nada, o atraeran la "maldicion del naufragio" del Titanic.

POST NOTA:
Robinson "Pedro" Vasquez,... si ese que salio corriendo del rio cuando se volteo el bote, el que en lugar de ayudar a los "naufragos" se puso a revisar su "camarita submarino" ha escrito su propia historia del naufragio en su blog Mi Maestria en USA, den le click a este enlace: http://mimaestriaenusa.blogspot.com/2009/07/la-odisea-del-tontonic-en-el-rio-provo.html